Máxima:


"Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así... no dosifiques los placeres, si puedes, derróchalos. Si la rutina te aplasta dile que ya basta de mediocridad, hoy puede ser un gran día date una oportunidad... Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día, !y mañana también!" Joan Manuel Serrat

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11 febrero, 2011

¿Se acaban los apasionados?

“La pasión es llama corta
que con la brisa se apaga,
el amor es la premisa que debemos aprender
pues aunque tenga calor
la pasión no es amor...”        
Siempre se ha relacionado a la pasión con el amor, pero sin detenerse a analizar que la pasión es sufrimiento y el verdadero amor es todo lo contrario.  Cuando un ser humano está realmente enamorado es totalmente feliz y la felicidad es un estado de ánimo incomparable.    Justamente los grandes dramas de ésta vida suceden cuando la pasión domina el instinto del ser humano. ¿Cuántas veces hemos escuchado que el crimen fue pasional? Todo lo contrario sucede con el amor, porque cuando se ama de veras a alguien, se comprende y se perdona. La pasión es soberbia; el amor es todo humildad. La pareja de enamorados se busca permanentemente porque se necesitan uno al otro en todo momento, en todo lugar. Al inicio la pasión quema, pero luego se transforman en compañeros inseparables de todas las horas; comparten las cosas sencillas de la vida cotidiana y las cosas importantes.   Y usted ¿sigue la razón o se deja llevar por la pasión?  De pasión estaremos hablando hoy. ¿Es usted apasionado? ¿Qué es la pasión? ¿Es lo mismo que el amor intenso?  ¿Es cierto que la pasión quema? ¿Cree usted que se acaban los apasionados? ¿Solo se siente pasión por la persona amada?

Desarrollo

“Si eliminamos la pasión perdemos parte de la felicidad, pero si excluimos la racionalidad, nos puede lleva al sufrimiento y al dolor”. Ser apasionados es estar poseídos de algún afecto o aficionarse con exceso a alguien o algo. La palabra pasión viene del latín "passio" asociado con la acción de padecer o sufrir.   Así, cuando hablamos de pasión podemos hablar del amor muy intenso de una persona por otra o del sufrimiento extremo de alguien que ama demasiado.   En el campo de la psicología, la pasión es una expresión de la conducta, vehemente, entusiasta y frecuentemente incontrolada que ocupa la atención de la persona y lo predispone hacia un comportamiento en pro del objetivo de su excitación.    Ser apasionados no es una perturbación o un trastorno. Se encuentra estrechamente vinculado a comportarnos de manera más emocional que racional.    No en vano un refrán popular dice: "Lleno de pasión, vacío de razón". Esto implica que cuando una persona se siente apasionada tenderá a reaccionar más con sus emociones que razonando objetivamente, pensando o planificando acciones para alcanzar sus metas.         En la vida común las personas apasionadas sufren mucho, porque actúan sin pensar y generalmente fracasan. Cuando el equilibrio entre la razón y la emoción se pierde surgen los desengaños, las frustraciones, la amargura, el desconsuelo, la consternación, el abatimiento, la tristeza y el tormento. Y por último, llega la depresión.

¿Cuánto dura el amor?

Hay una pregunta que todos nos hacemos. En este programa nos la hemos hecho varias veces:  ¿Cuánto dura la magia del amor? Un estudio reciente descubrió que la pasión dura generalmente de 12 a 18 meses. Cuando la pareja se acostumbra a lo cotidiano de la unión, ese fuego empieza a disminuir y es sustituido por sentimientos de cariño, unión y serenidad con el ser amado.  Definamos qué es la pasión
Más que una emoción, la pasión es una fuerte motivación que nos impulsa y nos dirige con el fin de satisfacer la necesidad biológica de reproducirnos. La pasión es insistente y difícil de desaparecer, y cuando es correspondida le añadimos emociones como la ilusión. La pasión está mezclada con el impulso sexual, pero es muy diferente a este. Muchas personas confunden la pasión con el ansia de desahogo sexual, pero la pasión y el anhelo de satisfacción sexual se encuentran en distintas zonas del cerebro.  Ahora, ¿qué es el amor? A medida que la relación de pareja se alarga, la pasión empieza a cambiar, con el tiempo se va calmando y convirtiendo en un amor profundo. Se van disolviendo aquellas fuertes emociones, el éxtasis, el anhelo desmedido, el pensamiento obsesivo, la energía intensa. Las parejas ya no pasan todo el tiempo mirándose y acariciándose. Pero la pasión se va transformando en sentimientos de seguridad y comodidad, en una sensación de calma, en una unión satisfactoria y feliz con la pareja.
Los años logran que el fuego se enfríe y que los corazones ya no ardan, pero se aman el uno al otro de una forma distinta, más cálida y confiada. Lo que perdura es un cariño y una amistad de pareja muy profundos, un sentimiento de vínculo por esa larga convivencia.

Pasión vs amor

Hay otra pregunta que también nos hacemos todos: ¿Por qué la pasión se extingue?  Si la pasión en la relación fuera eterna, pasaríamos años volcados en la adoración obsesiva del otro. No podríamos concentrarnos en nada más que no fuera nuestra pareja, y sería perjudicial para las actividades diarias. Moriríamos de agotamiento, porque la pasión intensa consume un tiempo y energía enormes.     Por lo tanto, nuestro cerebro calma la tormenta de la pasión romántica y nos proporciona la tranquilidad, hasta que volvemos a enamorarnos de otra persona y formamos un nuevo vínculo.
De hecho, la gran cantidad de infidelidades y divorcios en todo el mundo es consecuencia de nuestro impulso de enamorarnos una y otra vez. Pero en nuestro cerebro se desarrollan impulsos de amor calmado y confiado, con el propósito de motivarnos a permanecer emocionalmente unidos a la pareja durante el tiempo suficiente para criar juntos a un hijo durante su infancia.       Cuando la relación de pareja se ha vuelto estable, cómoda y segura, y cuando la euforia de la pasión ha decaído, la mayoría de los matrimonios se acostumbran a una relación duradera que carece del goce de la pasión. Algunos acuden a terapia de pareja para intentar renovar la pasión entre ellos, otros buscan un romance extramatrimonial y muchos se divorcian. Como aseguran algunos especialistas en temas de pareja: "muchas veces la pasión y el amor no se concentran en la misma persona; puedes sentir un gran amor por tu pareja de hace mucho tiempo, y una pasión incontrolable por alguien a quien conociste recientemente".

Conclusiones

 La mayoría de las personas cuando hablan de ser apasionados se refieren al amor, al sexo, a la relación de pareja. Ser apasionados está emparentado al corazón, al alma. No obstante, se puede ser apasionado de alguna causa, tarea, oficio o profesión. Sin apasionamiento los padres de las naciones no hubiesen hecho sus contribuciones. El arte no existiría, los poetas, escritores y literatos no nos hubieran legado sus maravillas. Historiadores y científicos no hicieran sus aportes a la humanidad. "Ser apasionados" es vital siempre que se establezca el contrapeso con el "ser racionales", a la vez.           Si eliminamos la pasión perdemos el disfrute de estar enamorados, la sensualidad y la voluptuosidad del sexo, el goce de la belleza, la satisfacción de hacer el bien, el agrado y el regocijo de crear, la dicha de luchar por la paz.    Desparecerían la diversión, la ventura, la felicidad. Pero, si excluimos la racionalidad, la pasión nos puede lleva al sufrimiento, al dolor, o peor aún, a veces nos arrastra a un lado oscuro de ella, a la lujuria, al crimen "pasional", a la desgracia y al infortunio.          La fórmula es combinar la pasión y la razón, en la proporción que Usted sienta o juzgue que le brinde el mayor bienestar.
Y en el caso de las parejas, debe saber que aún cuando la pasión de los primeros años muera, esta siempre se puede recuperar. Hay parejas que llevan casadas más de 20 años y se mantienen enamoradas toda la vida.   En ellas no sólo el amor sino también la pasión los mantienen juntos muchos años en una unión duradera. Pero eso lleva trabajo y esfuerzo, porque no es nada fácil mantener la pasión por tanto tiempo.  Más bien la receta es recuperarla de vez en cuando, sin dejarla morir completamente nunca.


Frases sobre pasión

Si el amor desiste no es amor, y si persiste es pasión.

Las pasiones son buenas, siempre que eres dueño de ellas, son malas cuando nos esclavizan...



¿Cómo recuperar la pasión?

La pasión, el deseo, el calor… son las emociones y las claves del amor. Pero cuando una relación lleva un cierto tiempo en funcionamiento puede caer en la horrible rutina. La monotonía es la terrible asesina de cualquier relación y por eso hay que intentar mantener viva la llama del amor día a día. Aquí tienes cinco trucos que te pueden ayudar si tu relación está pasando por un pequeño bache:
Cambiar de lugar. La cama, sin lugar a dudas, es el lugar más cómodo de todos pero tienes que innovar en tus relaciones sexuales porque tanto a ti como a él os gustará el cambio. Caricias a la luz de las estrellas, besos en el campo y quizás algo más con la playa como testigo mudo. Intenta variar de vez en cuando, verás como el sexo parece mucho mejor.
Original caricia. Todas las partes del cuerpo pueden servir para acariciar incluso aquellas en las que nunca habías pensado. Las pestañas pueden disparar la pasión si se abren y cierran los ojos sobre ciertas partes de la anatomía. Puedes empezar haciéndolo en la cara, el cuello y luego... el único límite será la imaginación.
Baño inolvidable. Enjabonar a tu pareja, dedicarle un masaje en la cabeza, esparcir el jabón o gel por el cuerpo… La bañera o la ducha permiten un montón de posibilidades tan morbosas como tiernas.
Intercambio de mensajes. Las cartas, el teléfono, el e-mail o los mensajes son formas de comunicación que pueden usarse para fines más calientes. Decirle lo que le espera esa noche le asombrará. Cualquier detalle será siempre agradecido, una nota en el espejo del baño para que la lea al levantarse, una servilleta en el restaurante o incluso una dedicatoria en su agenda.
Hacerle padecer un poco. Cuando esté a punto de llegar al orgasmo, lo mejor es parar o cambiar de ritmo para que no acabe. Repetir la operación varias veces. Cuando llegue el momento, será mucho más intenso debido a la excitación acumulada y le parecerá el orgasmo más increíble que ha tenido en su vida.

Las primeras relaciones pueden incidir en el fracaso de las otras

Las primeras relaciones amorosas pueden ser intensas, apasionadas e inspirar una gran dosis de mala poesía. Ahora, según sugieren nuevas investigaciones, si deseamos encontrar la felicidad tiempo después, es mejor evitar directamente el amor pueril o adolescente.
Una colección de investigaciones nuevas realizadas por destacados sociólogos británicos descubrió que la euforia propia del primer amor puede dañar las relaciones siguientes. "Curiosamente, todo indica que el secreto para la felicidad de largo plazo en una relación es evitar la primera" explicó Brynin. "Si fuera un mundo ideal, habría que despertar y estar viviendo ya la segunda relación amorosa".
Al investigar los componentes de las relaciones amorosas exitosas de largo plazo, Brynin descubrió que los primeros amores pueden llegar a fijar hitos irrealistas, que luego tomamos como parámetros en relaciones posteriores. "Si uno tuvo una primera relación amorosa muy apasionada y permite que ese sentimiento se convierta en el parámetro sobre la dinámica de una pareja, eso hará de forma inevitable que las relaciones adultas posteriores parezcan aburridas y frustrantes".
Brynin descubrió, de hecho, que los adultos que tienen parejas exitosas de largo plazo son aquellos que adoptan una visión serena y pragmática sobre lo que necesitan para una relación amorosa. "Los problemas comienzan cuando intentamos conseguir no sólo todo lo que necesitamos para una relación adulta sino procurar los niveles de excitación e intensidad que vivimos en nuestro primer amor. La solución es clara: si podemos protegernos de la pasión intensa del primer amor, seremos más felices en nuestras relaciones de la edad adulta".

La terapia del día

Pasión y deseo

Pasión era un hombre andante por bosques oscuros, convertido en una fiera sin sentido. Se deja llevar por la húmeda brisa desierta, por el olor de las hojas otoñales. Cada paso que da, es una.       Deseo, es la chica que lleva la esperanza de conocer el amor, pero mientras lo encuentra, va dando pasos inciertos, choca con la vida, se tropieza sin razón, siente su cuerpo, se pierde a sí misma.        Una noche, cuando muy pocas estrellas habitaban en el cielo, Deseo decidió entrar en el bosque encantado. La caminata se hacía larga, la noche un poco tensa.  Pero las ráfagas de vientos la impulsaban a seguir caminando.           Deseo, a lo lejos escuchaba voces, de vez en cuando sentía miedo, tropezaba con animales en el suelo.    Pasión, mientras Deseo continuaba su rumbo en ese bosque encantado, se encontraba haciendo su mejor fogata. Ya no soportaba el frío que le embargaba por la terrible soledad. Encendió su llamarada y se sentó frente a la mejor fogata que había logrado en tantos años de su vida en ese lugar.            Pasión, mientras contemplaba la llamarada pedía al silencio, le diera la oportunidad de vivir algo que lo estremeciera nuevamente. Al culminar su pedido, pudo percatarse que detrás de las ramas de los árboles alguien muy callado le observaba. Allá envuelta entre las hojas de los árboles estaba Deseo. Ella temblaba de frío, él se le acercó, ella sintió miedo de ese ser extraño.           Deseo trató de correr y Pasión pudo alcanzarla, mientras le gritaba ¡No te asustes, bella dama!
Deseo, al escuchar la voz de Pasión como melodía para sus oídos, sintió un poco de paz. Pudo sentir que él no le haría mal.    Pasión, al verla temblar, la alzó en sus brazos y la llevó a la fogata que él había logrado.            Juntos allá, sentados, comenzaron a mirar fijamente la hermosa llamarada. Por segundos las miradas de Pasión y Deseo se cruzaban, y volvían nuevamente a mirar el fuego. La noche seguía pasando. Deseo y Pasión ya no conversaban, se envolvían en silencio.         Calló el amanecer, allá estaban sentados los dos en una fogata que lentamente se extinguió. Los rayos del alba, ahora les acompañaban.   Pasión le pido a Deseo que mirara la maravilla de ese nuevo Sol. Por momentos quedaron cruzadas en el mismo cielo sus miradas.  Deseo sintió la necesidad de darle un abrazo y un beso a Pasión.           Pasión, sorprendido por lo que Deseo había hecho, se quedó por segundos sin razón, el beso de Deseo le había encendido su cuerpo.        No recordaba cuantos años levaba sin sentir… Deseo, lo tomó de sus manos y comenzaron a caminar, encontraron al fondo de ese bosque un manantial. Deseo, no lo pensó, de inmediato quiso quitar su ropaje. Pasión, observaba su maravilloso cuerpo, no podía creer cuánta hermosura poseía esa mujer.     Deseo, al quedar desnuda comenzó a desnudar a Pasión. Fue como un juego. Deseo hacía de él lo que deseaba y él sin temor se dejaba.    Ya los dos al desnudo decidieron entrar juntos a ese hermoso manantial.  Ambos buscaron la mejor caída de agua y en medio de ella, comenzaron a besarse. Los besos iban lentos, y sus cuerpos se iban estremeciendo. Las caricias eran apasionadas. Conocían poco a poco cada rincón de sus cuerpos. Cada segundo que pasaba era más intenso. El agua comenzaba a calentarse con sus deseos.  Deseo y Pasión al fin lograron en el manantial hacer realidad su sueño. Hicieron el amor, se perdieron en secreto en aquellas aguas y quedaron fundidos para siempre en un solo cuerpo.

Reflexión adaptada de la orginal, tomada de: Tu breve espacio (http://www.tubreveespacio.com)

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